Alma que deja su herida.
Cuando siento
el brinco de tu alma,
alma angustiada,
alma llena
de palabras heridas,
palabras que van
por senda perdida,
cuando siento
esas palabras de tu alma,
al destino le pido calma.
Y, ahora ya siento
palabras que dejan la herida,
palabras que ya encontraron
su luz de vida.
Y, en tu luz
ya sólo veo palabras queridas.
Tu alma, atrás, dejó su herida.
Macb.
Noviembre, 2017.
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