jueves, 22 de junio de 2017

¡ Pobre ilusión!

¡ Pobre ilusión! 


Si ya te fueras, 
déjame el viento, 
como compañero, 
que mucho yo quiero, 
tomar su alimento, 
y, dejar las fieras, 
donde ellas prefieran. 
En esta luz de la tarde, 
tan grandiosa y brillante, 
 quiero tu majestad elegante, 
! Oh templado viento!, 
viento que da alimento, 
a esa alma que arde, 
de tanto bregar, 
y, a la tarde no llegar 
para tus suspiros no apagar. 
Y, al viento miro, 
y, al viento pido, 
que apague tanto suspiro. 
Y, aquellas fieras, 
nunca contigo las quieras, 
fieras que anidan 
en este mundo convulso, 
que le falla el pulso, 
que confunde, 
esencia y demencia, 
evidencia con sentencia, 
y, son fieras,  porque
con su opaca luz sentencian, 
lo que antes nunca evidencian. 
Y, en un mundo sin razón, 
éste   olvida la pasión, 
pasión por la razón, 
razón que pone en su corazón,
Y, las fieras están 
siempre con la evasión,  
es su noble ilusión. 
¡ Pobre ilusión!. 
Apagada queda la razón 
en esa fiera sin ilusión, 
fiera que premia la evasión. 

Macb. 
Junio, 13 de 2017.

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