Fogoso es este tu tiempo. Caliente.
También es roja tu inspiración. Esteta que
a hombros echas esa digna ética admirada.
Cuando camino y me hablas,
me paro, te miro y escucho.
Y hablamos, pero
no te veo.
Llevas en la sangre,
tan caliente y densa,
tu propio destino ,
ya acordado, sólo por ti.
Es tu grandeza.
Y ese destino lleva su
propio mar,
siempre por descubrir.
Y ahora en mi camino
ya te veo.
Hablamos y nos entendemos.
Mayoría en el tiempo.
Plenitud ética.
Gozando con la estética.
También es roja tu inspiración. Esteta que
a hombros echas esa digna ética admirada.
Cuando camino y me hablas,
me paro, te miro y escucho.
Y hablamos, pero
no te veo.
Llevas en la sangre,
tan caliente y densa,
tu propio destino ,
ya acordado, sólo por ti.
Es tu grandeza.
Y ese destino lleva su
propio mar,
siempre por descubrir.
Y ahora en mi camino
ya te veo.
Hablamos y nos entendemos.
Mayoría en el tiempo.
Plenitud ética.
Gozando con la estética.
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