Abrí los ojos del alma,
en aquella candidez del tiempo,
donde la luna también marcaba el día.
Tiempo de juegos y horas de
ensueño compartido, que
todo no era sino ese idílico lienzo,
al que aspira el sueño
de todo joven pintor.
Fue la luz de la adolescencia.
Flamenco,libertad de ideas y
literatura , colmaban ese vaso
bien lleno de la protesta
y la lucha por la dignidad humana,
tapada con mil cerrojos.
Fue trotando el tiempo,
ese mísero apóstol que
todo lo devora, y en esa
alfombra de las horas, que todos
consumimos, siempre ella,
silenciosa, y con majestad, allí está.
A veces, quisiera herirla,
A veces, quisiera matarla,
error, inmenso error de una
locura pasajera. Ella reina
en ese trono de la gloria terrenal.
Amistad que fuiste, amistad, que sigue.
!Que siga esa mancha en este
fructífero viaje a la nada!.
O al todo, pero eso es otro canto.
Vivir es la mano amiga.
en aquella candidez del tiempo,
donde la luna también marcaba el día.
Tiempo de juegos y horas de
ensueño compartido, que
todo no era sino ese idílico lienzo,
al que aspira el sueño
de todo joven pintor.
Fue la luz de la adolescencia.
Flamenco,libertad de ideas y
literatura , colmaban ese vaso
bien lleno de la protesta
y la lucha por la dignidad humana,
tapada con mil cerrojos.
Fue trotando el tiempo,
ese mísero apóstol que
todo lo devora, y en esa
alfombra de las horas, que todos
consumimos, siempre ella,
silenciosa, y con majestad, allí está.
A veces, quisiera herirla,
A veces, quisiera matarla,
error, inmenso error de una
locura pasajera. Ella reina
en ese trono de la gloria terrenal.
Amistad que fuiste, amistad, que sigue.
!Que siga esa mancha en este
fructífero viaje a la nada!.
O al todo, pero eso es otro canto.
Vivir es la mano amiga.
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