PIEL MOJADA.
Si tu alma despierta,
su ventana queda abierta,
tan abierta,
que ya no tiene vida muerta,
y, con tu alma despierta,
busco tu luz cierta,
en ese cuerpo sin alerta,
cuerpo que venero,
cuerpo que gozo y quiero,
cuerpo que como ese velero,
surca por agua templada,
navega por agua pausada,
y de su piel
mi mirada queda prendada,
y mi boca saciada,
de tanta luz tomada,
de su dulce piel mojada.
Macb.
Junio 2017
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