Ausencia.
Y, para qué tu ausencia,
y, para qué cerrar los ojos,
cuando abiertos tanto brillan,
y, para qué tu ausencia
de esta luz de tanta vigencia,
de esta luz de alta presencia,
que al mar bien templa,
y, a nosotros de gozo siembra.
Y, para qué tu ausencia
de esta tarde con esencia,
donde niños saltan y corren,
donde abuelos andan y no tosen,
donde el tiempo no corre.
Y, para qué tu ausencia,
si el destino da sentencia,
y, sin más resistencia,
asumirla con coherencia.
Y, se va la tarde,
y, tu tristeza arde,
y, llegará otro día
con otra tarde,
y, la ausencia será mía.
Macb.
Marzo, 30 de 2,017.
Y, para qué tu ausencia,
y, para qué cerrar los ojos,
cuando abiertos tanto brillan,
y, para qué tu ausencia
de esta luz de tanta vigencia,
de esta luz de alta presencia,
que al mar bien templa,
y, a nosotros de gozo siembra.
Y, para qué tu ausencia
de esta tarde con esencia,
donde niños saltan y corren,
donde abuelos andan y no tosen,
donde el tiempo no corre.
Y, para qué tu ausencia,
si el destino da sentencia,
y, sin más resistencia,
asumirla con coherencia.
Y, se va la tarde,
y, tu tristeza arde,
y, llegará otro día
con otra tarde,
y, la ausencia será mía.
Macb.
Marzo, 30 de 2,017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario