Tiempo de emociones.
Como esa palmera, ya más esbelta
por las hojas secas cortadas,
como esa casa que ya ventila,
por sus puertas bien abiertas,
como ese fino sombrero,
que te cubre,
y, en tu rostro mucho reluce,
cambia ya el discurrir de tu vida,
ahora de emociones ausentes.
Porque vivir no es encerrarse,
y, por eso, violenta los mil cerrojos
que en tu angustia echaste,
y busca ya tu otro tiempo,
horas de largas emociones,
donde habrá tantas vivencias
que de fantasía cubrir,
y, claro está, de pasiones.
Macb.
Enero, 2017.
Como esa palmera, ya más esbelta
por las hojas secas cortadas,
como esa casa que ya ventila,
por sus puertas bien abiertas,
como ese fino sombrero,
que te cubre,
y, en tu rostro mucho reluce,
cambia ya el discurrir de tu vida,
ahora de emociones ausentes.
Porque vivir no es encerrarse,
y, por eso, violenta los mil cerrojos
que en tu angustia echaste,
y busca ya tu otro tiempo,
horas de largas emociones,
donde habrá tantas vivencias
que de fantasía cubrir,
y, claro está, de pasiones.
Macb.
Enero, 2017.
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