viernes, 6 de marzo de 2015

Descansa este tiempo mio.

Descansa el tiempo.

No corre el tiempo en este día mío.
No corre porque descansa cuando
se mira así. Es un tiempo en que
esa muralla se baña de aires místicos
que dejan honda huella eterna.
Tiempo presente que se hace pretérito
y donde soñamos y reseñamos.
Viejo tiempo de hazañas sencillas,
que ahora y hoy atrapados aquí,
para untar en nuestro desnudo vivir.
Muralla abulense, ya vigía
del descanso permanente del
tiempo que no corre, del tiempo
que inspira y habla. Tiempo
que no corrompe. Tiempo
que define. Bendito ese tiempo
que alimenta, inspira y acompaña.

Macb.

Avila. Febrero 2015.

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