Dónde
escondo la sutileza
de tu virgen mirada
rodeada
de tantas rosas blancas,
esa mirada de tanta luz
que un día me ñrestaste
para guardar el agua clara
de tus besos soñolientos
dormidos en aquella fuente
donde
descansan los jardines enamorados
vestidos con el alma de los ángeles.
Cuántas horas
morirán absortas
en la piel angelical de tu mirada
esperando que haya una puerta
por donde entrar
a ese paraíso de inmaculado silencio,
de tierras deslumbrantes donde recorrer un vergel
de esencias infinitas.
Tú,
me prestas te tu envolvente mirada,
yo me quedo con sus rosas blancas.
Tu mirada es tuya,
su esencia es un regalo
de la nobleza del tiempo,
y aquí
me quedo espersndo
que no llueva
para seguir despertando
en el cielo de tus sueños,
esos que tebesan y su luz pesa.
Macb ©️
Abril 2,019
