Paré el tiempo a tiempo.

Paré el tiempo a tiempo.

Paré el tiempo a tiempo, lo pparé,
ese tiempo que te empuja
y te llena de humo,
y te tapa con enormes ramas
ese tu pisar de hombre cabal.
Porque vivir no es llenar el tiempo,
porque vivir es llenar tu alma,
es sonreír en la debilidad
de ese amigo que tropieza,
es abrir la mano a esa
ayuda que no se pide,
es templar la sinrazón
de tus próximos para refrescar
esa convivencia amena y deseable,
es poner delante
la amistad sincera
a ese boato hueco y caducó.
Paré el tiempo a tiempo,
y me hice otra vez más hombre,
me hice más ser de esencia,
y abandoné el fugaz fuego
que no alumbra, que si engaña.

Macb.  
Julio, 13 de 2016. 

Tu dignidad a tiempo

Tu dignidad a tiempo.

Como esa nube que oscurece
la luz del sol,
como ese viento que impacta
en tu cara,
como esa caída  que arrodilla
tu cuerpo,
que todo sea eso, un lapsus,
un contratiempo, un lunar,
en ese tu caminar.
Y, no te quejes del tiempo,
tiempo de luces y sombras,
tiempo que trota sin parar,
porque parar es aniquilar
esperanza y gloria terrenal.
Tiempo que anda sin parar,
y, tú, eso debes prestigiar.
Sube a esa noria
que es el tiempo, y
mira, haz y contempla.
No te quejes del tiempo,
abrazarlo, cubrirlo, llenarlo.
Es tu dignidad a tiempo.

Macb.   Julio, 4 de 2016.